Los rosales deben eliminarse por varias razones para garantizar la salud de otras plantas. Los rosales enfermos pueden propagar las esporas de hongos a otros arbustos o plantas en su jardín. Del mismo modo, un rosal muerto ocupa un espacio valioso y actúa como un dolor ocular para su jardín. Asegúrese de que la planta no se pueda salvar antes de retirarla. El fungicida, los aerosoles de pesticidas o las enmiendas a su rutina de riego y fertilización pueden restaurar la salud de una planta.
Paso 1
Riega bien el suelo por la mañana. Tenga cuidado de no dejar que el agua salpique en los rosales circundantes, ya que puede promover enfermedades de hongos como manchas negras y óxido. Elija un momento temprano en el día para que el agua pueda evaporarse y no afectar a los otros rosales.
Paso 2
Pode el rosal para que sea más fácil de levantar. Asegúrese de colocar todas las hojas enfermas o muertas en una bolsa de basura. Los desechos sobrantes pueden ser un ambiente saludable en el que pueden vivir las esporas de hongos.
Paso 3
Excave al menos 12 pulgadas de la base del árbol para asegurarse de que puede levantar debajo del sistema de raíz. Usa tu pala para mover y exponer las raíces.
Paso 4
Corte las raíces rebeldes con podaderas afiladas. Levante el rosal con guantes a prueba de espinas o envuelva una toalla alrededor de la planta.
Paso 5
Localice todas las raíces restantes y excave. Cualquier raíz enferma sobrante puede propagar la enfermedad o infectar la próxima planta que cultive en el sitio de plantación. Tire o queme la planta de rosa de inmediato.