Los pomos de las puertas se pegan ocasionalmente debido a los cambios en los niveles de temperatura y humedad. Tales problemas pueden mejorar un poco cuando esas condiciones cambian nuevamente. Otros problemas de adherencia son causados por el desgaste. El pestillo puede fallar al retraerse cuando se gira la perilla, o no regresar cuando se suelta la perilla. Cuando un mecanismo de pomo se traba, puede dificultar la apertura de una puerta o puede impedir que una persona obtenga privacidad. Arreglar un pomo atascado puede ser tan fácil como aplicar un poco de lubricación, pero a veces requiere reemplazo.
Paso 1
Mueva el pomo de la puerta en un intento de soltar la parte atascada. Aunque es una solución simple, el problema puede ser que los muelles no se enganchan correctamente o que el pestillo no se retrae / extiende.
Paso 2
Rocíe el mecanismo de la perilla de la puerta con lubricante y gire la perilla varias veces para ayudar a extender el lubricante. Inspeccione el mecanismo en ambos lados en busca de óxido. Si hay óxido, retírelo con un cepillo de alambre y rocíe lubricante en el mecanismo para que funcione correctamente.
Paso 3
Verifique el pestillo. Si el pestillo se retrae y el pomo de la puerta no gira, el pestillo puede estar desalineado y enganchado en algo. Coloque un destornillador de cabeza plana justo encima del pestillo y golpéelo con un martillo. Repita en la parte inferior del pestillo para intentar liberarlo.
Paso 4
Inspeccione el pomo de la puerta más de cerca. Retire los tornillos de la placa y retire el pomo de la puerta. Mire dentro del pomo de la puerta en busca de obstrucciones o roturas en el mecanismo. Elimine cualquier obstrucción del conjunto con unos alicates de punta fina. Vuelva a colocar el pomo de la puerta si el conjunto está roto.